Querida mía: Hace ya un tiempo que me encuentro charlando mentalmente con vos. Así que me dije: ¡voy a concretarlo!, y dada la gran distancia que nos separa, será así por este medio… Nos separan más de 10.000 km, y nos separan también edades generacionales, pero como el cariño nos mantiene bien unidas acá estamos conversando…

Conozco tu  pasión y tu dedicación por la danza y cuando le pregunté a tu mamá que cómo andabas, me contó que tu cuerpo te está mandando constantes avisos de hasta dónde puede ser exigido… Eso no te lo esperabas, eso te frustra, tienes bien claro que quieres hacer esos saltos, y piruetas que ahora duelen…. Duelen mucho, tu cuerpo pide que lo escuches, que lo entiendas, que lo atiendas… Está a tu servicio… pero tendrás que atenderlo.

Sabes muy bien que c/u de nosotros somos individuos únicos, c/u dotado de ciertos dones o potenciales únicos, que traemos para brindar alegría y deleite, al resto de los humanos. Y si has venido para danzar, no me quedan dudas que lo harás. Busca de no imitar a otros danzarines, tienes que encontrar cuál es la forma en que tu ser, eso que en esencia eres, se expresa danzando… Es muy probable que no sea ni a través de la danza clásica, ni del contemporáneo, ni del tango… Tienes  que mirar muy, muy adentro tuyo…  y preguntarte: ¿Quién es este ser que quiere expresar su paso por la tierra..?

Eres muy joven, estás empezando con todo esto, imprescindible es que te conectes con tu parte espiritual, que te preguntes muchas veces: ¿Quién soy? ¿Quién soy?, ¿Quién soy?… ¿Cuáles son mis valores en la vida?, ¿Cuáles mis prioridades?, ¿De qué manera seré auténtica y al bailar estaré expresando eso que verdaderamente soy?

Por momentos ¡PARA!, no corras desesperada pues no es cierto que a determinada edad, ya perdiste el tren que buscabas. Podrás seguir danzando y expresándote aún a los cincuenta y más años, pues no habrá manera de compararte con otros, cada movimiento de manos, brazos y cuerpo expresará eso justamente, lo que de verdad eres, algo tan propio, eso que viniste a brindar…

Sé que en junio vendrás a visitar a tus padres, allí me gustaría verte, y escucharte, y que sigamos compartiendo temas vitales para las dos… Por ahora es mi deseo que encuentres la manera en que tu ser interno y tu cuerpo dialoguen, se entiendan, y terminen unificándose…

Te quiero mucho y deseo verte “Realizada”, única manera de que  seas feliz. La felicidad no es algo que busques en el afuera, ella surge de adentro…