La herida paterna

La primera vez que escuché esto, hace muchos años, me resultó inaceptable. Pregunté a qué se estaban refiriendo, pues ¿qué padre heriría a su hijo? y me respondieron: “nos referimos a padres y a madres, que no supieron ver el ser profundo de ese hijo para acompañarlo en su crecimiento, y quisieron modelarlo a su manera, para que sea exitoso y feliz en la vida”. Ahora, al leer el libro: “Trascender los niveles de conciencia” de D. Hawkins, comprendo que muchos temas que ya creía resueltos en mí, vuelven a aparecer, para que siga trabajándolos más profundamente, y esto es lo que quiero compartir con otros “inquisidores internos”. Porque, como me dijera alguien, “Es verdad, no supimos ser mejores padres, hicimos lo mejor que pudimos, pero en definitiva ser padres es una aventura maravillosa que agradezco haber vivido”

Ahora cada vez lo comprendo más, pues en la sociedad en que vivimos, no sé en otras, todos sufrimos por la herida paterna, y así también herimos a nuestros hijos. Somos ignorantes, creemos saber qué hace feliz al ser humano y quedamos atrapados en tantas creencias erradas que seguimos generación tras generación.

En esta etapa de la vida, me cuestiono: “si yo hubiera investigado antes de ser madre todo esto, si me hubiera preparado para ser “madre”, mis hijos serían diferentes…; ni siquiera me puedo imaginar cómo serían, y ellos tampoco”. Sonrío… porque también yo sería diferente; y ahora decido que no permitiré que la culpa anide en mí.