Una “verdadera sanación” se produce naturalmente cuando se trascienden los niveles inferiores de conciencia. Por ejemplo: al ejercitar la “voluntad espiritual” estamos iniciando un proceso que no es del ego, sino del Ser. Es  una experiencia transformadora, milagrosa que nos devuelve la paz, la alegría y la salud. Participar en grupos espirituales potencia ese fenómeno. Todo cambia cuando aparece la compasión por la fragilidad humana. Desaparece el miedo, el odio, y el deseo de castigar al culpable cuando aprendemos a re-significar conflictos del pasado.

Para sanar hemos de decidir: seguir aferrados a la lista de todos los agravios recibidos o renunciar a ellos. Elegir el perdón en lugar del odio tiene otra energía, otra sabiduría. Quien más se beneficia del perdón es el que perdona, no el perdonado. Decidir sanarse, responsabilizarse de ello, es un acto de la Voluntad, (así, con mayúscula), igual que decidir ser o no ser feliz.

La fuente del poder transformador no está en la mente, ni en el yo personal, ni en el ego. Solo la cualidad no lineal de la conciencia que llamamos “Voluntad” puede disolver el posicionamiento del ego. El poder curativo de lo Alto, la Matriz Divina, o la Gracia, (no importa cual lenguaje uses), sí, puede cambiar la visión de nosotros mismos y la de cómo vemos a los demás. El Ser real no se ve afectado por el comando del ego, porque «lo verdadero» es inmune a la falsedad. Distintas voces de personajes internos tratan de dominar y así ganarse la lealtad de uno mismo.

Todos somos partícipes responsables y estamos sujetos a la Justicia Universal por la propia dinámica energética. Cada alma flota según su propio nivel de flotabilidad, que no se debe a ningún acto arbitrario de su medio ambiente. No hay nada accidental en el universo. Los acontecimientos nos resultan imprevisibles e incomprensibles porque el que percibe es el ego lineal, limitado al paradigma de causa-efecto. Las personas se congregan en grupos afines, porque todos están sintonizados en un mismo campo de atracción, así también nadan en grupos los peces y vuelan los pájaros en bandadas. Cada campo magnético responde a campos magnéticos más y más sutiles y poderosos.