28/5/25, (Pag. 132). En primer lugar debes darte cuenta que tú estás viendo tu interior, pero, pregúntate: ¿Quién es este perceptor? No respondas limítate a sentir la respuesta en tu interior. ¿Cómo se siente ser la persona que experimenta esa alteración, en vez de sentirse molesta por esa alteración? En este caso especial en que mi dolor está centrado en si mi hermano vivirá, si morirá, y si vive, ¿en qué estado quedará…? Por supuesto que cada vez que algo trae al presente este tema, vivo el dolor, sin sentirme molestada por ello.
29/5/25. (Pag.134). Si no sueltas, notarás que la energía estimulada en tu corazón, actúa como un poderoso imán que absorbe tu conciencia hacia ella. Ya no estás en el asiento del “testigo”, desde donde percibiste que tu corazón empezaba a reaccionar, y allí te dejaste implicar en las agitadas energías que surgían de esa reacción. Solo algún tiempo después, al volver al asiento del testigo, te darás cuenta que ya no estabas allí, y que habías estado extraviado totalmente en tu lío… Trata de recordar, y escribe sobre: ¿Cuánto tiempo estuviste perdido, cuándo te diste recién cuenta de ello, y te supuso un gran esfuerzo recomponerte? En retrospectiva: ¿Podrías haber hecho algo más cuando surgió la alteración? No encuentro haber estado perdida, más que unos instantes, pues enseguida me doy cuenta, “suelto” y vuelvo a mi centro.
30/5/25, (Pag. 136). La conciencia resulta siempre absorta por el objeto más llamativo: (un sonido agudo, la lastimadura en tu dedo del pie, o quizás tu corazón dolorido). La conciencia va al lugar que más la distrae, y esta ley se cumple tanto dentro, como fuera. Y cuando uno de nuestros bloqueos recibe un impacto, la conciencia se ve atraída, captada, por la fuente del malestar. La próxima vez que centres tu atención en una alteración interior, observa bien: ¿qué tipo de pensamientos surgen?, ¿Qué le sucede a tu energía?, y ahora vuelve a acomodarte en el asiento de la conciencia, y observa lo que sucede fuera de ti. ¿En qué puedes centrarte del mundo exterior, para no obsesionarte con tu alteración interior? Esto es lo que vengo contando que hago, y como ya hablé de eso, me enfoco en otra alteración: en mi “constante búsqueda de elogios”. Los pensamientos que me surgen es contar a esa persona que justo estoy por ver, algunos de mis aciertos o alguna buena acción que haya hecho… no noto que con esto mi energía se altere. Pero lo que estoy haciendo, es callar, no contar nada… Ahora, siendo solo testigo u observadora de esto, decido, que dado que en un rato tendré turno con quien me hace acupuntura, pienso responder a todas sus preguntas pero no contarle nada extra, pues en general lo que cuento, son verdades, como yo las veo, con el objeto de que me feliciten…
31/5/25, (Pag.138). Una vez activado, el bloqueo debe seguir su curso. Si no sueltas te absorbe, y dejas de ser libre, estás atrapado a merced de la energía alterada. Y al estar así alterado tu tendencia será actuar para arreglar las cosas. ¿Recuerdas la última vez que te perdiste en tal estado de alteración, qué tipo de cosas dijiste o hiciste?; ¿Y luego cómo te sentiste por tu actuación con tus amigos o familiares?; ¿Te gustaría haber actuado de forma diferente, sabiendo que si no la sueltas, la alteración seguirá su curso…? Hoy me alteré al no comprender a mi vecina, que ayer me avisó que viajaba, me mandó copia de su pasaje a Europa, y hoy la sigo viendo acá, y avisa que cortarán la luz durante media hora, pues hay un electricista trabajando… Pensé, que haga lo que tenga que hacer, y si no puede viajar es cosa de ella, a mí eso no tiene porqué preocuparme, yo sigo acá escribiendo. ¡Eso entiendo que es soltar!
Deja una respuesta