Todos venimos de una educación muy racional, y recién actualmente en los primeros grados de las escuelas se empieza a hablar de las emociones. Necesitamos comprender el mensaje que toda enfermedad nos trae para que no nos siga generando molestias, aún cuando no haya desaparecido del  cuerpo, como ocurre con hernias o malformaciones congénitas.

 El nuevo paradigma es: tratar de reconectar el cuerpo con el alma.  Tenemos que confiar en que podemos modificar lo que está pasando en nuestro cuerpo. Puesto que lo que nos pasa se conecta con las emociones, sentimientos, pensamientos o creencias que estén dominando últimamente.

 Todos tenemos un cuerpo electromagnético, o aura, que rodea a nuestro cuerpo físico, (que se observa con la foto kirlian), y que a veces  podemos verlo con nuestros ojos, en algunas personas que son “radiantes”. Si este cuerpo energético funciona bien, la persona se siente armónica y sana, pero cuando no funciona, se producen primero algunas desviaciones de la energía, pero al final la obstrucción, es lo que llamamos enfermedad.

Todos queremos una mejor calidad de vida. La bioenergética enfoca los problemas emocionales para comprender el potencial humano y lograr ese verdadero bienestar, o felicidad que todos buscamos y pocos disfrutan. Tenemos que saber que lo que sucede en el cuerpo, sucede también en la mente, y viceversa. Esto se basa en este principio: “Todo cuánto existe es conciencia o energía en diferentes manifestaciones. El cuerpo humano es conciencia en evolución, producto de la unión de diferentes campos de energía, (físico, mental, emocional y espiritual). La enfermedad resulta de una desarmonía energética. El comportamiento energético es imprevisible puesto que “Lo importante es el observador y no lo que se observa”

Los desvíos energéticos pueden corregirse antes de que aparezca la enfermedad mediante la acupuntura, la homeopatía, la  osteopatía, y otras medicinas energéticas. Recientemente tuve una sesión de acupuntura y quisiera poder trasmitir acá lo que yo sentí en esa hora de trabajo de la doctora conocedora de los movimientos energéticos y los meridianos por donde corre la energía en nosotros.

Sentí admiración por ella y mucha alegría por sus preguntas y explicaciones que me daba de lo que ella veía en mi funcionamiento emocional. “Tienes que ser más flexible, pues toda esa perturbación de los cambios constantes que tienes que vivir, y que todos vivimos, te está afectando tu parte digestiva, que depende principalmente del hígado. Para eso te estoy poniendo estas agujitas. Ya que tu energía está en aumento, por lo que me cuentas que estás sintiendo, tenemos que aprovecharla”.