Lo más extraordinario que encuentro de estas dos experiencias que voy a contar acá, es que los “tiempos” o la energía pueden ser propicios a que todo salga bien según sean nuestros deseos, (o podrían no serlo), y hoy durante la mañana, pude sentir lo que se siente cuando todo sale mal en varias diligencias que tenía que hacer.

Pude comprender que cuando no estamos luminosos, centrados, tranquilos y en paz, dado que nuestro mundo emocional atrae vibraciones de su tipo, como yo  vibraba oscuridad, todo continuaba cada vez peor. Estaba cansada, quería ir al baño, tenía hambre, me dolía la espalda… Al llegar a mi casa, opté por descansar con las piernas en alto, en una hamaca alargada que me permite estar acostada, me relajé un rato, comí una fruta y recién me puse a preparar mi comida. Almorcé a las 15 horas y luego dormí una siesta. Aprendí que todo puede esperar, y que lo que nos ocurre lo generamos nosotros mismos.

Entonces ahora, a cada rato, miro hacia adentro testeando: ¿Cómo estoy yo? ¿Cómo es mi actitud emocional?, y a eso lo llamo: “Trabajo interior”. Tengamos en cuenta que los humanos bajamos a la tierra para “Traer el cielo a la tierra” o sea para traer dulzura y Amor, no para peleas, guerras y matanzas, digamos que no bajamos para perder la alegría, ni destilar veneno.

Sí, todos tenemos nuestros propios problemas, los que nos llegan desde lo Alto pues los necesitamos para nuestro crecimiento. Para transitar por el “Camino del AMOR”, la “Fe en el cuidado y el Amor Divino” es esencial. Tengamos en cuenta que una mente silenciosa, es una mente abierta a todas las posibilidades creativas del instante. Es una mente completa pues conoce el silencio. Hay muchas capas, mucho más sutiles en nuestra existencia. Puede haber muchos motivos para que eso haya ocurrido así, de determinada manera, y uno pueda aceptarlo sin más vueltas. Entonces la alegría retorna.

Porque es un “Camino de Libertad”, necesitamos “Devoción o Fe” y así como la sola presencia del Sol da lugar a toda la actividad en el mundo, así tu sola presencia es tu servicio, esa es tu meta, tu Misión en este plano. El “Amor” no es un camino en sí mismo y tampoco es un acto o acción, es más bien “un resultado”. Es “estar en casa”. La vida puede tornarse muy intensa, intensa en el sentido de ser felices, me refiero a muy intensa en el sentido de ser muy felices, de cantar, de bailar y de sonreír siempre, siempre. La sonrisa aleja toda nuestra negatividad, es una Luz en esta vida que aleja toda la oscuridad. Practico el sonreír, cada mañana frente al espejo al peinarme.

Pude comprender que cuando no estamos luminosos, centrados, tranquilos y en paz, dado que nuestro mundo emocional atrae vibraciones de su tipo, como yo  vibraba oscuridad, todo continuaba cada vez peor. Estaba cansada, quería ir al baño, tenía hambre, me dolía la espalda… Al llegar a mi casa, opté por descansar con las piernas en alto, en una hamaca alargada que me permite estar acostada, me relajé un rato, comí una fruta y recién me puse a preparar mi comida. Almorcé a las 15 horas y luego dormí una siesta. Aprendí que todo puede esperar, y que lo que nos ocurre lo generamos nosotros mismos.

Entonces ahora, a cada rato, miro hacia adentro testeando: ¿Cómo estoy yo? ¿Cómo es mi actitud emocional?, y a eso lo llamo: “Trabajo interior”. Tengamos en cuenta que los humanos bajamos a la tierra para “Traer el cielo a la tierra” o sea para traer dulzura y Amor, no para peleas, guerras y matanzas, digamos que no bajamos para perder la alegría, ni destilar veneno.

Sí, todos tenemos nuestros propios problemas, los que nos llegan desde lo Alto pues los necesitamos para nuestro crecimiento. Para transitar por el “Camino del AMOR”, la “Fe en el cuidado y el Amor Divino” es esencial. Tengamos en cuenta que una mente silenciosa, es una mente abierta a todas las posibilidades creativas del instante. Es una mente completa pues conoce el silencio. Hay muchas capas, mucho más sutiles en nuestra existencia. Puede haber muchos motivos para que eso haya ocurrido así, de determinada manera, y uno pueda aceptarlo sin más vueltas. Entonces la alegría retorna.

Porque es un “Camino de Libertad”, necesitamos “Devoción o Fe” y así como la sola presencia del Sol da lugar a toda la actividad en el mundo, así tu sola presencia es tu servicio, esa es tu meta, tu Misión en este plano. El “Amor” no es un camino en sí mismo y tampoco es un acto o acción, es más bien “un resultado”. Es “estar en casa”. La vida puede tornarse muy intensa, intensa en el sentido de ser felices, me refiero a muy intensa en el sentido de ser muy felices, de cantar, de bailar y de sonreír siempre, siempre. La sonrisa aleja toda nuestra negatividad, es una Luz en esta vida que aleja toda la oscuridad. Practico el sonreír, cada mañana frente al espejo al peinarme.

Entonces ahora me pregunto: ¿Qué es lo que me altera, me irrita y me causa infelicidad? Y veo que son pequeñeces, insignificancias. ¡Aprendamos a soltarlas!