Hoy, cuando salí a hacer mi caminata observaba mis pensamientos, cómo llegaban las ideas una tras la otra, y cuánta actividad había en mi cabeza. Y me preguntaba: ¿Porqué seré así como soy?, ¿Muchas otras personas se preguntarán esto mismo? La verdad es que no lo sé, pero en este momento lo que me interesa, es mirarme a mí misma. Creo que uno, ante todo, debería aceptarse y amarse a sí mismo, para así después poder descubrir que el que lo mantiene en el mismo lugar desde hace tiempo, es el “ego”, a través de hábitos de todo tipo que habrá que revisar. Y eso sí, que a mí me consta que todos los seres humanos formamos hábitos de todo tipo.

Lo que me pasa a mí, y supongo que también a otros, es que encuentro varios hábitos, que tendría que eliminar. Entonces me digo, empezaré por los de posturas físicas, que ya desde hace tiempo sé que me están dañando y no solamente es la parte física la dañada, sino también la emocional y la mental. Pero cuando comienzo y centro mi mente en mi postura, y comienzo a hacer mis esfuerzos aparece una parte que quiere tener más disciplina y honestidad consigo misma y otra parte que se distrae fácilmente, a la que llamaré “la curiosa”.

Veo que estoy “dividida”. Pareciera que hay a la vez  dos personalidades opuestas en mí: una a la que llamé “la curiosa, el ego”, y a la otra la llamaré “la Esencia o Yo Real”. Pareciera que estas dos partes se mantienen en lucha permanente entre sí y que mi “Yo Real” necesita una ayuda de una fuerza superior a mí, pero ¿de dónde vendrá esa “Fuerza Superior”?  tengo que investigarlo. Creo que necesito debilitar a la parte curiosa en mí, enseñándole que el contacto con la vida no pasa exclusivamente por la búsqueda de placer en “lo de afuera”.

Veo que al ganar profundidad aparece un nuevo sentido de valoración de mí y un nuevo sentido de la verdad, de qué es lo que quiero. Pero  además ocurre que en el momento que empiezo a ir hacia el Yo Real, sus funciones comienzan a despertar, a activarse, y toda la región psíquica y la Conciencia de mí, empiezan a cambiar, como si crecieran… La sinceridad es una cualidad, una potencia anímica que se activa en cuánto se gana profundidad, porque la voz de la Conciencia se hace cada vez más clara al ir más y más profundo, y también uno va aprendiendo a reconocerla y a prestarle más atención.

El ego ya está comenzando a luchar buscando salvarse y activa un mecanismo que defiende a la curiosa, y allí uno dice “estoy identificada con la Curiosa”, ella está ganándome. Y me contesto a mí misma: – «Yo, realmente soy más fuerte por tener un núcleo, la Esencia, que me permite conocerme a mí misma, y así es que sé que “Yo” soy purísima Conciencia, como es todo lo que vive en este Universo». La Conciencia conectada con la Esencia determina la “identidad” de quién soy yo, y es así como cada uno de nosotros podemos dejar de imaginarnos quienes somos, y empezar a conocernos realmente.