Aprender a soltar, a dejar ir. (con citas de Sri Sri Raví Shankar)

Solo si aprendemos a liberarnos, a dejar ir cada suceso que nos toque vivir podremos ser felices y estar cada vez más y más, y más alegres. Vamos siempre hacia adelante, “evolucionando”. En  el trascurso de nuestra vida una etapa se disuelve en otra para darle cabida. Así como pude observar que una nubecilla se disuelve en otra… La evolución puede detenerse temporalmente, pero luego continúa su marcha.

El conocimiento tiene que germinar en nosotros, en más o menos tiempo, según la dedicación y el entusiasmo que cada uno ponga para ello. Solo así podrá convertirse en nuestra real riqueza.

Necesitamos aprender a soltar esas pequeñeces e insignificancias que nos irritan, nos enojan, y nos alteran produciéndonos infelicidad. ¡Aprendamos a soltarlas! Y cuánto antes sea será mucho mejor. Pueden haber muchos motivos, (más sutiles), para que algo haya ocurrido así tal cual lo vemos, y recién cuando aceptamos y no juzgamos la alegría puede retornar. Ya todos sabemos que no debemos juzgar, pero lo seguimos haciendo, y justificaciones tenemos siempre, pues no podemos aceptar lo que daña a otros, y así es como nos aferramos a nuestros conceptos ya viejos y gastados.

Necesitamos formar una mente abierta a todas las posibilidades, una mente “completa”, una mente que conozca lo que es el “SILENCIO”. La vida es sencilla, el ego es el complicado. Nuestra sonrisa es la “Luz de la Vida” que aleja toda la oscuridad, todas nuestras negatividades”

La Fe en el Amor Divino, es esencial para poder transitar, “el camino del Amor”, ese camino que a su vez es un camino de libertad. El AMOR no es un acto o acción, en realidad no es tampoco un camino, es un “RESULTADO” es “ESTAR EN CASA” la vida puede tornarse así en una vida muy intensa, intensa en el sentido de ser felices, de cantar y bailar, y sonreír, siempre, siempre.

Así como la sola presencia del Sol da lugar a toda la actividad en este mundo, así tu sola presencia es tu servicio, es tu meta. Cuando escuches, escucha no solo los sonidos, sino también el “SILENCIO” entre sonidos. Y si estás escuchando a una persona recuerda de observar su expresión, sus palabras y sus silencios.