En este momento, estoy en casa, sola y me noto un poco ansiosa. Me he anotado en un grupo por Zoom, para una limpieza intestinal, que dirige el Dr. Pereyra. Ya realicé toda la tramitación, para mí dificultosa, y hace ya cinco días, que he sido aceptada. Ya leí el programa y todo lo que me mandaron, anoté preguntas que me gustaría poder hacer, pero ayer viernes no me llegó la clave para ingresar al Zoom, y ya eso me preocupa.

No es mi costumbre estar ansiosa, pero creo que en esto influye también el sentir un bajón energético, y sensación de baja presión. Sé que he de aceptarme, así cambiante momento a momento, y estar agradecida de vivir en estos tiempos en que cósmicamente estamos siendo ayudados a evolucionar. Y además sentirme agradecida de poder entender, que aún mis estados internos, tan cambiantes como la vida misma, son una oportunidad que se me brinda para verme en profundidad y comprender quien voy siendo yo de verdad.

Estoy intentando aceptar a todos mis contactos así tal cual son, con todas sus características, pero recién descubro que también me contacto conmigo misma, y que dado que he ido adquiriendo un Conocimiento vida tras vida, ese conocimiento ya está en mí, debo confiar en esto, y no buscarlo afuera. Puedo recurrir a mi “Maestro Interior”,  a mi “Alma”, y preguntarles todo lo que necesite saber. Esto es lo que soy en este momento, me acepto así con lo que en mí encuentro, y me propongo trabajar lo más conscientemente que pueda hasta llevarme por lo que considere mi camino correcto.

Por momentos me siento muy sola, me doy cuenta de ello cuando me noto esperando que alguien venga a visitarme. Todos somos seres sociables, nos gusta compartir con los otros nuestras historias de vida, y solemos ser demasiados apasionados al contar eso que nos pasó. En este mundo todo busca un equilibrio; nosotros lo conseguiremos al controlar ese apasionamiento por hablar pues sólo así, podremos también escuchar a nuestros amigos, aprendiendo de ellos y también buscando cómo orientarlos para que puedan ser felices viendo el lado positivo que tiene todo lo que nos pasa. Solo necesitemos atender la situación para aprender a reconocer ambos opuestos: positivo y negativo.

Hemos de controlar nuestros sentidos, que tan rápido se sienten atraídos por todo lo externo, (lo material), y son ávidos por tener más de esto y de lo otro, y un poco más aun, nada los satisface, nada los conforma, están siendo manejados por el ego. Pero en cambio, nuestro “Ser Profundo”, está feliz con lo que es, con lo que tiene, conoce lo que es la alegría, la satisfacción, y el contentamiento de poder ser, y manifestarse, así tal cual va siendo. Desde esa profundidad es que puedo comprender que: “!Yo soy esta circunstancia!”