En mi caso algunas relaciones empeoran, y otras mejoran, comprendo que tengo que estar muy atenta a lo que siento y a lo que quiero. El sentir es del corazón y el querer en general viene del “ego” y como mi mundo emocional se sigue moviendo mucho y eso me dificulta el dormir y la digestión, veo que mi personalidad, mi ego, se está metiendo acá.

¿Viste que dicen que no vas a encontrar a ningún animal al que Dios le haya puesto una cola más grande de la que él puede mover? Pues yo tengo puesta una bien grande y mis mosquitos, lo que me pica y duele mucho es el sufrimiento de mis allegados, familiares o amigos a los que estimo, a todos, en igualdad de condiciones, como me estimo a mí.

Y van cayendo unos tras otros. Ahora se trata de alguien muy sensible, al que podría considerar como si fuera mi hijo.  Cuando estuvimos conversando, me dolió mucho que él casi no pudiera ni hablar por algo que vio o escuchó en su familia, algo que lo terminó ahogando, como ahorcando, y confesó que sintió que su grupo murió, que está de duelo, que él a mí me quiere mucho pero que como yo pertenezco también a ese grupo, que no me extrañe de su actitud retirada, que está tratando de trabajar internamente todo esto, que todavía lo supera y le duele tanto.

Para tranquilizarlo yo le decía que cada individuo percibe las situaciones que le toca vivir, a su manera, y ninguno tiene la verdad. Que la queja nos daña, hace que el dolor aumente, y nos impide aceptar que lo que ocurrió fue de cierta manera y ya quedó en el pasado. Que en esta vida todos tendremos alegrías y muertes, diferente tipos de muertes, y que las muertes duelen, y necesitamos pasar ese tiempo de duelo procesando todo el asunto. Están las muertes físicas de personas muy queridas, y las muertes internas propias, de expectativas, ilusiones, maneras de sentir, creencias, etc, pero todos vamos, encontrando cómo arreglarnos, protegernos, y aceptar lo ocurrido de maneras tan diferentes, cosa que a mí me asombra. Que no olvidemos que también está este asunto del virus, que nos mantiene a todos encerrados,  auto-centrados, preocupados y con miedo desde hace 4 meses… Y que el miedo es lo que más nos juega en contra. Necesitamos ocuparnos de elevar nuestra vibración. Estar en una vibración de amor todo el tiempo, con una atención especial a lo que siento, lo que quiero, y como puedo brindar alegría a mi alrededor al irradiar “AMOR”.