Los seres humanos somos seres sociales y buscamos relacionarnos. Lo buscamos porque estas relaciones nos hacen felices, pero muchas veces también nos dan sufrimiento y allí me pregunto: ¿cómo podría salir de este lío en que me veo metida? No quiero sufrir yo, ni que sufra mi amigo, o mi hijo, o mi padre… No me hace bien ver sufrir a la gente, ni a un animal ni a una planta… Quisiera poder ayudar a todo ser que sufra, y veo que por eso estaba ansiosa esperando el momento de poder sentarme a escribir para ustedes, queridos amigos que me leen.

Empezaré hablando de lo que puede ser la relación con uno mismo. Entiendo que todos optamos por nacer en este tiempo y mundo, para expresar la vibración del “Amor”, que es lo que en realidad somos. ¿Y cómo la expreso? Prestando atención a lo que la situación del momento pida, y a lo que mi cuerpo avise que él necesita, o sea atendiendo lo de afuera y lo de adentro, lo del otro y lo mío. En esta etapa de mi vida lo prioritario en mí, es atender la postura de mi espalda. Dado que continuamente mi mente lo olvida, y el mal hábito postural domina, he puesto alarmas en mi celular como recordatorio de que no tengo que permanecer más de una hora sentada sin mover mi cuerpo. Y recién sonó.

Las otras personas, pueden tener también malos hábitos posturales, mentales, o emocionales, y comprendo que el observar las actitudes de los otros, y el catalogarlos, me ayuda a verlos y a amarlos así tal cual son, sin pretender cambiarlos, y sin querer enseñarles a vivir más livianamente, como casi siempre me ocurre, salvo cuando expresamente me lo hayan pedido. Me sonrío, pues sin que nadie me lo haya pedido, veo que escribo todo esto para aquél a quien pueda serle útil.

Los hay: preguntones o chismosos; temerosos, puritanos, liberados, quejosos, negativos, positivos, etc., etc. Contaré algo de los que yo conozco, no pondré sus nombres, sino cualquier seudónimo. Entre los primeros conozco a Caty; ella siempre te invade con un montón de preguntas: ¿Cómo estás, cómo has pasado esta semana? ¿La has visto a Raquel? Sabes que su hijo está mal, parece que tiene cáncer… y ya no puede parar de hablar. Entre los “Temerosos” está Rulo; él te vive precaviendo de todo lo malo que puede pasarte, porque pronosticaron que habrá tormenta… Están los “Puritanos” que van siempre a encomendar a su Dios que le resuelva sus problemas. A los “Liberados” no les preocupa lo que digan los demás, ni lo que llamamos las normas sociales. Los “Quejosos y Negativos”, son incapaces de ver algo bueno entre tantas cosas que siempre les ocurre, te cuentan que los coches le levantaban tanta tierra al pasar… Los “Positivos son siempre optimistas”, pueden por lo menos ver que el dolor físico que ahora sienten les traerá mucho aprendizaje para después.

Bendigo y venero la sangre que tengo, la herencia que porto, la fe que profeso, en miles de años la vida me obsequia un baúl en dones de carga genética… Aceptémonos así como somos, y evolucionemos a partir de allí, solo así podremos ser cada vez mejores personas y tener relaciones más felices.