Este es un tema bien interesante para plantearnos. Pareciera que entran muchos, sino todos los niveles energéticos, de los que podemos ser conscientes, o ignorarlos totalmente… Voy a enumerar los que pude descubrir que intervenían en mí, y como casi siempre, me lo facilitará ir narrando alguna experiencia propia.

Este jueves al ir para la chacra con la cabeza llena de ideas de cómo festejar mi cumpleaños, de repente me doy cuenta que había olvidado totalmente que tenía que renovar mi carnet de conductor. (1) –  Acá intervino mi olvido y la memoria que también recordó, por ser consciente y responsable de los compromisos adquiridos.

Allí se fueron dando una serie de “sincronías” que me conectan con (2) – la energía de aceptación y total entrega con la que esta yendo a hacer ese trámite, (3) – la de la gente y el ambiente en que tuve que moverme para hacerlo y que era de mucha amabilidad, y (4) – mi decisión consciente de tomar esa actitud, pues estaba viajando sin el documento necesario para el trámite.

Así es que en la Municipalidad la cajera me cobra dos trámites juntos, para no hacerme ir dos veces, pues supone que yo soy una persona mayor. “Sí más de 50 tengo”,  – contesto yo, y todos los que estamos allí sonreímos. (5) – Sonreír siempre ayuda. El trámite continúa con varios traslados de un edificio a otro, de una oficina a otra.

En el segundo lugar, quien me atiende me explica, que ahora todo está sistematizado, y que son las “máquinas”  las que deciden si el trámite continúa, o si  tendré que volver con el documento que me falta. “Deme su carnet viejo” – me dice,  y veamos si pasa, a veces ocurre que pasa. ¡Y pasó! y el señor pudo cargar feliz todo los otros datos, y yo feliz, (6) – agradecí al Universo, pues ¡Hasta las máquinas me ayudan! Agradecer es la energía más parecida a la del Amor y ambas nos hablan de estar alineados con lo Alto. Cuando estamos agradecidos, no podemos estar preocupados, ni enojados, ni con la mente pequeña a pleno galope.

Me quedaba pasar por el control médico, y hacia allí me dirigí. Llegué en buen horario, fui la primera en ser atendida, ya tenía la planilla llena, (declaración jurada de mi historial de salud), la doctora me preguntó algunas cosas e hizo el examen auditivo y el ocular.  (7) – y me dijo: “Su ojo derecho está justo en el límite de lo permitido, la ayuda su buena salud, y cómo acá yo la veo,  este año tendrá carnet, el próximo quizás, ya no. Considérese regalada, y vaya a ver a un oculista”

Estaba tan asombrada y emocionada por tantas sincronías vívidas unas tras otras que comprendí que siempre la ayuda está, que está para todos de igual manera. Que depende de nuestra Alineación con lo Alto, de nuestra presencia, actitud, trabajo interior, en fin, de la sutilidad de nuestras vibraciones, que podamos verlo y sigamos aprendiendo de lo que nos llega, ya sea que la situación nos guste o no nos guste, lo hayamos pedido o no.