Se me ocurrió escribir algo al respecto pues justo familiares y amigos  me dijeron que eso no lo pueden aceptar, o que no lo entienden. Justo Etchart Tolle dice lo siguiente, pero posiblemente con otras palabras. – “Deja a la Vida ser, acéptala así como es, no la quieras cambiar. Para mí él nos está hablando de que nosotros nos introducimos en una Vida que ya está andando, que está siendo, y debemos considerar, que esa Vida es tan sabia que nos presenta a cada uno las circunstancias que necesitamos vivir.

Yo siento eso mismo, resueno con lo que dice Tolle, y hay veces que lo que me toca vivir no es para nada lo que yo elegiría vivir, entonces me digo estas palabras, y a veces hasta en voz alta:- “Lo que es, ES”. – Y justamente estos días son tan desagradables que creo nadie los elegiría así.

Cuento mi vivencia: Porque llueve tanto todo se me dificulta. Ayer  sábado, como no dejaba de llover, en un momento que me pareció que amainaba un poco me abrigué bien, encima me puse el impermeable, y haciendo de tripas corazón salí a hacer mis siete vueltas de caminata, las que por más que trataba no conseguía disfrutar. Casi no me permití descansos entre vuelta y vuelta pues el asiento estaba mojado, y es muy difícil descansar sentado bajo una fina llovizna que no se detiene nunca…

Por momentos me forzaba a sonreír, pero esa sonrisa no conseguía cambiar mi ambiente interno. Me apuraba para entrar lo antes posible a la casa dónde estaba calentito y podría secarme y que deje de chorrearme el agua. En un momento me cruzo con mi empleado que ha decidido que ese era el mejor momento para entrarme la leña pues yo ya no debería tener qué poner en el fogón, y está tan serio que parece enojado. Me saluda con un movimiento de la cabeza y va y viene también apurado para mojarse lo menos posible. Recién cuando consigue llenar mi leñera y va a dejar la carretilla, me saluda contento con su amplia y hermosa sonrisa de siempre y me  pregunta: ¿Por qué vuelta va?, hasta luego.

Bueno, hasta ahora solo hablé de la aceptación, pero ¿cómo incluir la Rendición en el mismo paquete?, solo porque ambas nos brindan muchísima Paz. En ambas uno deja de querer controlar el mundo, deja de creerse que es el único que tiene toda la razón, deja de sentirse que es un triunfador, en fin… se conoce como uno más de la familia humana, que no es ni más ni menos que los otros, aunque tenga todos los estudios realizados o no tenga ninguno, aunque tenga un enorme poder económico o no tenga ninguno.

Nuestro valor está en la profundidad de nuestro Ser y no en las cosas materiales que hemos conseguido juntar con esa avidez del “quiero más”, “quiero más”.  Quien está en ese punto se siente morir y clama por un auxilio: – “¡Por favor, necesito que me ayuden!, nada me es bastante, no llego a saciar esta increíble sed que tengo. ¡Lo que más quisiera es poder vivir tranquilo y en PAZ!”.