Todos nos hacemos muchas preguntas, ¿pero somos conscientes de qué tipo de preguntas predominan? Preguntémonos: ¿Tengo algún propósito en mi vida que unifique y guíe mis acciones diarias? Dado que tenemos varias áreas de movimiento necesitaremos investigar: en cuál prosperamos, en cual nos mantenemos y en cual la tenemos que pelear duramente. Así revisaremos si estamos bien enfocados en lo que deseamos conseguir, y en los casos necesarios podremos establecer “la intención de cambiar”.

Considero que cuando queremos conocernos en profundidad, es fundamental prestar una real atención al diálogo interno. Pero además hay varias otras áreas para ir revisando: (1) – los alimentos, (2) – el sueño, (3) – el equilibrio entre trabajo y descanso, (4) – las finanzas, (5) – la familia, (6) –  las amistades,  (7) la creatividad, (8) – la espiritualidad, (9) – encontrar la propia manera de transitar el camino, que hemos decidido recorrer, con paz y alegría.

Entonces empecemos a revisar, cada uno de estos nueve puntos, que están muy relacionados entre sí, pero antes de eso practiquemos el escuchar nuestro “diálogo interno”. Para esto he de tener una atención alerta todo el tiempo, o lo más posible, durante mi vida cotidiana. He de decir sí a lo que es, sin resistirme a nada de lo que escuche o perciba dentro de mí porque ¡deseo  conocerme!

Los alimentos han de nutrirnos, en vez de consumir nuestra energía por haber  ingerido algo que era de digestión difícil. Hemos de respetar los tres o cuatro horarios en que el cuerpo pide su rutina alimenticia, y comer en un ambiente tranquilo y agradable. El horario de dormir también está indicado por nuestro organismo y dado que allí se repara lo que no funciona correctamente es importante que sea respetado.

El equilibrio entre trabajo y descanso es también muy importante. Lo que hago como trabajo, que es mi ayuda para poder subsistir en este mundo, tiene que ser algo que me enorgullezca y que lo disfrute, y que pueda parar no bien sienta que estoy cansado, cambiar la postura, darme el respiro que sienta necesario. A veces el entusiasmo de seguir y seguir nos juega en contra. Las finanzas, están muy relacionadas a todo esto.

Las relaciones familiares y con los amigos, y la creatividad, están muy relacionadas entre sí. Acá hay mucho trabajo que hacer y mucho amor para poner. No es cuestión que solo una persona, el padre o la madre, se sienta responsable de mantener ese delicado equilibrio. Todos, aún los adolescentes o los niños pueden colaborar. El meditar cada día, y tomarnos un corto respiro cuando lo necesitamos, será imprescindible para transitar con alegría el camino que decidimos recorrer. Ayer estuve observando una familia con tres niños que calculo tendrían cinco, tres y dos años intentando armar una cama elástica. El papá y la mamá leían las indicaciones de cómo armarlo, que no parecía nada fácil, y los tres chiquitos les mostraban, sin que nadie se los pidiera, cada cosa que encontraban en la caja.