Y, ¿porque será que me divierte tanto? Darme cuenta de los pensamientos que me van surgiendo ya me divierte un montón, quizás porque no me los esperaba y me sorprenden. Por ejemplo esta tarde estuve en casa con una amiga que me había  anunciado su visita. Yo tenía unas masitas y ella trajo otras. Preparé un té de hierbas naturales y nos sentamos ante una mesa servida donde había masitas dulces, de varios tipos, las con harina integral, eran más oscuras, y las  de harina blanca eran pálidas… y yo tomé una de las oscuras. Allí me apareció el siguiente pensamiento: “Claro, si a mí siempre me gustaron los morochos…” y esa ocurrencia me hizo sonreír… esto a mi me divertía pues la verdadera razón es que en la dieta que mantengo desde hace muchos años he dejado de comer todo lo blanco y refinado.

También me divierto, estoy entretenida, y me siento feliz, cuando cocino y cuando escribo, y me parece que eso ocurre porque allí aparece tanta creatividad, quizás porque es necesaria para una “real comunicación”. Al cocinar me comunico conmigo misma, con lo que deseo comer, ya que en general cocino para mí, y también con cada elemento y cada condimento del que disponga. Es como si le estuviera preguntando a mi creatividad cada vez que estoy a punto de agregar algo: ¿Qué irá mejor este sabor o este otro?, y al escribir: ¿Será esta palabra o esta otra? Y también desde mi rol de abuela veo mi alegría cuando mis hijos y nietos vienen a visitarme. Veo mi disfrute, mi gozo, al poder compartir con ellos, al darles y ayudarles en lo que sea mi posibilidad.

Y me gusta muchísimo cuando me sorprenden los amigos con visitas inesperadas. Allí, dejo lo que había previsto hacer, postergo algo de mi rutina diaria de ayuda a mi cuerpo, o combino con mi amigo, otro momento en que podamos los dos. Siento que la “Vida” se esfuerza por expresarse a través de todos nosotros, que la “Vida” es una energía, que es la máxima expresión de lo inexpresable. Cada uno de nosotros busca su expresión personal a través de la dirección que dé a esa energía. A menos que lo haga, se sentirá inquieto o sin rumbo. Por eso yo me he puesto metas del momento, metas diarias, y a largo plazo. También necesitamos hacer lo que el mundo de hoy nos vaya pidiendo, lo que la situación del momento nos presenta, pues esos son los materiales con los que nos vamos haciendo a nosotros mismos.

Recién acabo de volver de mi caminata diaria que hago todas las tardes, en general a la misma hora, dependiendo básicamente de cómo esté el clima. Y como siempre, me acompañaron mis dos gatitos, la hembra y el macho que son hermanos y que se criaron juntos. Me divertí enormemente, viéndolos repetir tal cual la escena de todos los días. La sonrisa no se pudo borrar de mi rostro en ningún momento: yo repitiendo mi rutina diaria y ellos la suya… Ellos avanzan separados uno del otro, unos veinte metros, siempre en la medida en que avanzo yo. Cuando yo descanso en trocos aserrados expresamente puestos para eso, ellos descansan conservando su distancia, y cuando de nuevo camino, ellos también lo hacen. Después de tres vueltas de hacer el mismo camino ya entro a casa, y allí les doy su comida de la tarde, y no les queda otra que comerlas juntos… Espero que a Uds. esto les divierta tanto como a mí, y que la sonrisa les dure un buen rato.