Sí, todos los humanos lo somos, pero algunos ni se dan cuenta de ello, y otros no sienten agradecimiento por serlo. Conozco que tengo una mente sumamente activa, piensa todo el tiempo, y no la quisiera cambiar. Pero una amiga mía me dice: “Piensas demasiado, si quieres disfrutar, deja de pensar tanto y disfrutarás más de lo que hagas”. Yo no creo que esa sea una verdad para todos. Cuando cocino disfruto mucho cocinando y pruebo el sabor, y pienso si le agrego más de este condimento o si necesitaría agregar algo más de líquido, ¿Qué le falta?,  ¿Qué le sobra?…

Me parece que el proceso completo consta de: la idea creativa, o sea el pensamiento, la sensación, o sean los sentidos, y la acción con lo que aparece el disfrute, por lo menos es lo que observo en mi caso. La creatividad me parece que también es una función de la mente. Y cuando no está lo creativo, con su correspondiente pensamiento, el “piloto automático” toma el lugar de la mente. Ese automatismo, ese dejar de pensar es lo que yo creo que algunos perciben como soltura, sienten como libertad.

Cuidamos nuestra salud física y nos olvidamos de nuestra salud emocional, pero ambas se influyen mutuamente, por eso nos dicen que no sólo debemos cuidar lo que comemos sino cuidar con qué emociones estamos continuamente, o sea con qué alimentamos nuestra mente, ya que nuestros sentimientos, positivos o negativos, también dependen de nuestra mente.

El temblor esencial que me afecta mayormente en la mano derecha, y yo soy diestra, me mantiene la mente muy activa pues cada movimiento que hago debe ser pensado, para que no se me vuelque, se me sacuda, o se me caiga. Cuando escribo se me duplican algunas letras y eso me obliga a ir revisando y a no apurarme. A veces opto por cambiar de mano, con lo que me estoy volviendo “ambidiestra”, todas ventajas del pensar mucho.

Es muy importante que sintamos los avisos de nuestro cuerpo, ya que sería el Alma o Maestro Interior el que nos avisa, a través del cuerpo, de que hemos dejado entrar al apuro, que es un primer grado de estrés, y que siempre nos juega en contra. Tenemos que estar muy atentos a esto, especialmente yo, a quien padres y maestros entrenaron a hacer todo rápido, ¡hacer y terminar! Todavía me veo presa de ese apuro inexistente que en este caso lo crea una mente que está erradamente entrenada.

¿Qué significa entrenarse? Los científicos nos dicen: Tenemos 100.000 millones de neuronas que pueden ser entrenadas para lo que uno quiera. Lo asombroso es ver cuán “adaptable” es nuestro cerebro. Mientras más veces hago algo, más aprendido lo tengo. Entrenarse es repetir y repetir, siempre con un pequeño adelanto, esforzándonos en el grado de posibilidad de cada cuerpo. En mi caso, con mis malestares actuales, tengo que escuchar al cuerpo que enseguida me avisa en lo que sea que esté haciendo: – “Pará, tienes que descansar”. Busco el significado exacto de la palabra entrenar en el diccionario que me dice:- “Entrenar es la acción de adiestrar, ejercitar, amaestrar”.