Estoy buscando experimentar ese orden interno y externo que es  existente en todo el universo, en todo lo que nos ocurre. Sé que hay un equilibrio y una razón en todo lo que la Vida nos presenta, aunque en general no lo podamos ver. El porqué mi amigo de toda una vida está en este momento agonizando con Covid negativo y colapso multi-orgánico yo no lo puedo entender, y menos cuando estoy tan dolida pues recién me acaban de dar la triste noticia.

En este momento tanto mi mundo interno como el externo están totalmente desordenados. No encuentro ese ansiado equilibrio que busco desde hace tiempo. Mi intelecto puede darme cantidad de explicaciones. Sé que  vamos a morir todos en algún momento y cada uno a su manera. Es de lo único que podemos estar seguros.

Mi mundo interno abarca todo lo sentimental, o sea lo emocional y allí también interviene nuestra mente. Pensamientos y emociones se influyen mutuamente, vienen a ser una sola cosa. Pertenecen a un  organismo que es bien complejo. Cuando pienso algo, eso arrastra alguna emoción, y cuando siento algo, eso trae algún pensamiento en relación. Veamos alguna reciente vivencia que nos sirva como ejemplo de esto: – “Percibo que no estoy bien sentada, eso lo siento en el cuerpo, hay una sensación física, y hay un juicio (estoy mal sentada), lo cual es un pensamiento arrastrado por ese sentir que trae la sensación física, y todo esto arrastra algo emocional también”.

Esto es hilar muy fino, dices tú que me lees, y yo te contesto: – “Sí, pasa que estoy queriendo trabajar conmigo en profundidad”, y esta frase última que acabo de decirte también puede ser analizada, para ver todo lo que  en ella encierra. Esta propuesta que me hago tiene un sentimiento (de curiosidad quizás) que arrastra el pensamiento de “Podemos analizarlo” y con eso hace intervenir a más de una persona.

Recién me enviaron algo muy lindo de lo que es estar presente: -“Estar presente es ver realmente cualquier cosa en la que se posen tus ojos, pero es un mirar tan especial en el que tienes que estar presente, y casi nunca lo estamos.” Yo me estoy refiriendo a ese tipo de ver, de  Vivir, de recibir todo lo que nos llega. Recién por ejemplo, mi ayudante que está cocinando en este momento mientras yo escribo, me interrumpe para preguntarme qué más tiene que hacer ella para la comida. Yo dejo de escribir, pienso y me veo en esos segundos pensando, observo el silencio que se ha generado entre ambas, y  cuando le digo lo que hará me doy cuenta que allí yo estuve presente, estuve en el aquí-ahora”.