Me pregunto: ¿qué es para mí ser una mejor persona? Creo que para todos eso tiene que ver con mantenernos sanos de mente, cuerpo, emoción y espíritu. Lo estoy intentando, y sé que desde lo Alto me están ayudando. Dicen que en el Universo hay dos fuerzas, que actúan sobre todos los seres vivos, la de evolución y la de involución, de expansión y de retracción. También sé que hay una tercera fuerza mayor, la de la Consciencia Universal que actúa sobre todo lo que existe, y debemos darnos cuenta de que esa Consciencia, es de donde proviene todo, y que es única, una sola. Y eso es lo que cada uno llama a su manera: la Divinidad, Dios, Inteligencia Máxima, etc. En síntesis es: una combinación de fuerzas vibratorias, un ritmo.

Los antiguos sabios no concebían a Dios como una persona, sino como un ritmo, palabra que viene de “ritam”, que quiere decir un orden universal, un poder, una ley universal que nada tiene que ver con un campo vibratorio muerto; sino que está lleno de consciencia, despierto. La física actual también nos dice que todo el Universo es como una función de onda y si nos imaginamos que esa vibración tiene una mente despierta, totalmente consciente de lo que ocurre en todas partes, los antiguos y la ciencia actual están diciéndonos lo mismo.

También el hombre es una combinación de cuatro ritmos: físico, mental, emocional, y espiritual. El Cuerpo Etérico, Cuerpo de Luz, o Cuerpo Vital, es el que le da vida al cuerpo físico al mantener unidas las distintas células y órganos del cuerpo. Su otra función es ser el intermediario entre el cuerpo físico (de vibración más lenta, y los otros cuerpos sutiles: mental, emocional y espiritual, de vibración más alta). Pareciera ser un traductor entre esos cuatro idiomas diferentes: físico, mental, emocional y espiritual.

La enfermedad no es un problema solo físico sino de toda la persona, los síntomas aparecen en el cuerpo, pero también afectan nuestra mente, las emociones, y el espíritu. Todo esto influye mucho tanto para enfermarnos como para curarnos. También nos afecta el relajamiento, y toda tensión, el estrés y la alegría, en síntesis tolo lo que constantemente nuestra persona esté viviendo. Un alto grado de estrés puede suprimir las defensas naturales del cuerpo pues se producen muchas hormonas que generan un fuerte impacto sobre el sistema inmune, el que entonces, suprime su acción de defensa. Si en cambio, al cerebro llega un estímulo de placer o de tristeza, inmediatamente todas las células del cuerpo se enteran y viven esa emoción.

El sistema nervioso central está en contacto directo con los linfocitos que son células del sistema inmunológico. Este sistema se desplaza por el torrente sanguíneo contactando todas las células de nuestro cuerpo. A las que ya conoce les permite funcionar normalmente y a las que no reconoce, como ser: virus, bacterias, células cancerosas, células de enfermedades autoinmunes, o alérgicas, las ataca. Dado que nosotros somos una sola unidad, si queremos recuperar nuestra armonía para así desarrollarnos, evolucionar y ser cada vez una mejor persona busquemos de que exista una correspondencia  perfecta entre las leyes del cuerpo y las del Alma.