¿Por qué me aparece este conflicto? Es lo que necesito preguntarme cuando quiero confrontar con el conflicto, pues ya siento que acá tengo un conflicto en la relación  que siempre es de por lo menos dos personas. Ambos conocemos que la meditación reduce los efectos negativos del conflicto’. Que el “conflicto” no está afuera, está dentro de uno mismo y es el principal ingrediente de nuestro sufrimiento.

Hemos de preguntarnos: ¿Qué necesito?; ¿Qué estoy sintiendo?; ¿Es esto miedo?; ¿Es inseguridad? La respuesta vendrá desde dentro de uno mismo al meditar y conseguir tranquilizarnos. Recién entonces podremos escuchar a la consciencia comunicándose desde lo más profundo de nuestro Ser. Es el “Alma” que nos habla.

Será muy importante el “respeto” para con uno mismo y para con el otro. Es un mutuo respetarse, escucharse, aprendiendo ambos y sabiendo que ambos reciben. Reconociendo que diferentes puntos de vista, generan “percepciones y justificaciones diferentes” y que en ambos lados son válidas.

Imprescindible será “perdonar”, no porque el otro lo merece, sino porque uno se merece estar en paz. Recordar de no entrar en discusiones ideológicas pues éstas son “peligrosas”. Reconocer que hay miedo en las dos partes y un  gran  rechazo a causar algún malestar en el otro, porque acá hay primando un gran amor. Cada uno habrá de resolver el conflicto desde lo profundo, y para ello la meditación será el medio que los lleve, momentáneamente, más allá del conflicto.

Y también hemos de querer investigar ¿Qué es el estrés? Pues nos damos cuenta que justamente lo que nos enoja y produce tanto miedo es el estrés. Y porque está la pregunta formulada, nos aparece la respuesta: Estrés es la percepción y respuesta orgánica a algo que se percibe como una amenaza.

La respuesta orgánica a esta amenaza será huir o pelear. Eso mueve toda nuestra química, con el fin de defendernos y protegernos, comprometiendo así todo nuestro organismo.

En la vida actual, ante demandas constantes de todo tipo y falta de tiempo, se genera un permanente bajo o mediano nivel de estrés, que va dejando marcas de inflamación, a través del sistema nervioso central, en todo nuestro cuerpo-mente. Esto puede hacer que nos volvamos negativos, pesimistas, desconfiados, o que nos volquemos a adicciones, y terminemos enfermando.

Es el estrés lo que interfiere la espontánea fluidez de nuestra naturaleza inteligente,  desde lo In-manifestado o a lo Manifestado. Eso es lo que nos hace sentir “bloqueados” que nada fluye, que el tiempo no nos alcanza para tanto que queremos hacer, y entonces nos aparece una ansiedad de que nada me es suficiente, que necesito más y más de todo.

Siete herramientas para desbloquearnos:1) – Dormir: es el medio más eficiente para desintoxicar el cuerpo. 2) – Reír: Cuando sonreímos las hormonas del estrés se van. 3) – El ejercicio físico, salir del sedentarismo. 4) – La coordinación mente-cuerpo, a través del yoga u otros medios. 5) – Los masajes, estimulan toda nuestra energía. 6) – Música relajante, escuchada con presencia total. 7) – Meditación, ese estado de flotar, esa posibilidad ese sentimiento de la liviandad del ser, el bienestar, ninguna resistencia al momento presente, el no necesitar nada.