La vida en el campo siendo una persona mayor

Sí, yo lo elegí, y no hay quejas, simplemente me gustaría contar todos los pros y los contras que voy encontrando y “aceptando” pues ya sé que en el Universo todo busca el equilibrio, y que de todo lo que nos llega podemos sacar una enseñanza. Desde hace como 15 años que vivo con un pie en Bariloche y el otro en el Bolsón. Antes, mientras vivía mi marido, me movía semanalmente y en estos últimos años lo hago semestralmente, paso el invierno en Bariloche y el verano en la chacra del Bolsón.

Tengo 83 años, soy virginiana, creativa en la cocina, y en cómo resolver lo que haya para hacer, organizadora y estudiosa por naturaleza. Me gusta aprender y trabajar con mis manos: la huerta, la cerámica y las acuarelas… y estar comunicada, como se pueda, con quienes me rodean, verbalmente, sonriendo o escribiendo. Tengo descuidado el contacto con los animales, con la música y la expresión de mis afectos. Pero me estoy esmerando y poco a poco iré aprendiendo. Guardo cosas que he trasladado de una casa a la otra pensando que recordaré dónde las puse. El no poder lograrlo y pasarme horas buscando algo que necesito me hace sentir desvalida, impotente, y eso me molesta y enoja.

También comprendo que todos somos un “resultado” de los ingredientes que ya traíamos como potencial, y de los que fueron poniendo en nosotros: padres, maestros, amigos y nosotros mismos, según como decidíamos resolver cada cosa. Puedo pasarlo muy bien estando callada días enteros y me torno muy charlatana cuando encuentro quien me escuche con interés.

Así formamos hábitos, formas de ser o personalidades, que cuando eres ya mayor, empiezas a revisar para ver cuáles valoras, y cuáles te gustaría poder eliminar. En mi caso valoro el ser creativa, organizada y estudiosa y quisiera sobre todo ser más expresiva con mis afectos.

Con la edad empiezan a aparecer lo que llamamos “achaques” y si bien me he ocupado a partir de los 14 años de tener una buena salud, y considero que la tengo, entre los achaques que quisiera eliminar, están: el temblor esencial que me afecta especialmente la mano derecha, y la artrosis o artritis que me afecta ambas muñecas y hombros. Recientemente me descubrieron una arritmia que originó que en este momento yo esté anti-coagulada, y cada vez un poco más cansada y con más deseos de acostarme y levantar mis piernas a la vertical, pues eso me alivia y descansa un montón.

Ahora estoy por fin llegando al tema de esta entrada: Si bien estamos en cuarentena pude conseguir los permisos necesarios y venirme. Desde hace años acá tengo un grupo de muy buenos ayudantes y amigos. Ellos son gente simple, siempre muy dispuestos y estoy aprendiendo con ellos a vivir feliz, con lo que se tenga en cada momento. Siento que el ser positiva me está ayudando para todo, y como de alma me gusta enseñar, tengo a mi lado personas que están dispuestas a aprender, que no sólo esperan, sino que preguntan e intentan, y además están dispuestas a dar. Mutuamente hay un tome y traiga que me encanta, eso me hace muy feliz. Me siento cuidada, valorada, ayudada y escuchada. ¡Estoy bendecida!