¿QUIEN SOY? Recién ahora tomo conciencia de que poder contestar esta pregunta es un largo proceso en el que me encuentro desde hace años. Cuando empecé a preguntármelo, luego de haberme identificado con mi cuerpo (soy mujer, joven, linda, alta…), llegué a comprender que ¡YO NO SOY MI CUERPO! que soy mucho más que eso: “un ser complejo con cuerpo, mente, emoción, espíritu…y que el cuerpo es el instrumento que me dieron, o que la Vida o yo misma creé, para poder hacer cosas.”

Pero, en el primer día de silencio, de los dos acordados con mi amiga que estuvo de visita en la chacra durante cuatro días, he sentido en lo profundo que el disfrute de mi cuerpo es el mío también, que habiéndole dado total libertad para elegir lo que quiera, elige justo lo que elegiría yo… Que para él, estar regando el invernáculo, limpiar los repollos, trasladar la cosecha, cocinar, limpiar… bajar y luego subir los 100 mts. de desnivel, no son pesados trabajos a hacer, sino divertidas y desafiantes opciones, la mejor de cada momento, cosas que le permiten verse, mantenerse en condiciones, y disfrutar…

Como gran descubrimiento, justo al terminar con una meditación, me sorprendí diciéndome: “¡YO SOY MI CUERPO!” Él no es solo el instrumento que me permite hacer o decir lo que deseo. ¡ES PARTE DE LO QUE YO SOY! El cuerpo piensa, siente, resuelve y hace en una unión indisoluble junto a los otros niveles energéticos que me constituyen. Agradezco infinitamente este darme cuenta.

Luego, mientras regaba, la comprensión se hizo más amplia y me sentí parte de cada planta, de la vida de cada tomate, de lo que masticaba y entraba en mí para nutrirme, de cada momento que vivía estando presente, y allí me dije, ¡YO SOY ESTE MOMENTO!, soy mucho más de lo que me creo, cuando vivo plenamente el momento, ¡YO SOY EL UNIVERSO!