Todos los diferentes tipos de acciones generarán una reacción, dando lugar a situaciones similares. Numeraré algunos tipos de acciones: 1) – impresiones pasadas que quedan latentes en nuestra mente. 2) – Lo que decidimos hacer en el presente. 3) – Nuestra respuesta a lo que nos vaya ocurriendo en cada momento. 4) – Subsanar los errores cometidos. Todas estas reacciones son llamadas: “Karma”.

Literalmente, “Karma” significa acción. Algunas personas creen que la vida es un libre albedrío, y otras que todo es Karma. Yo creo que la vida es una combinación de libre albedrío y destino. Hay formas de ser de una persona, que es determinada por sus genes. En nuestra familia todos éramos altos y delgados, y a eso muchos lo denominan destino. Pero el esforzarse por aprender algo, es libre albedrío.

Nuestro karma es nuestro capital, ya sea positivo o negativo. Tenemos karmas que vienen de vidas pasadas y probablemente, por las acciones de este presente, el karma que generemos ahora, puede hacerlo crecer o anularlo. Y me sigo preguntando: ¿Será que bajamos a este mundo para conocernos a fondo y hacer que el Karma crezca, o quizás, se anule con nuestros méritos?

¿Y que sea esa nuestra “Misión” en esta vida? Todo esto que yo escribo acá, ¿cómo estará influyendo en mí y en el mundo en qué vivimos? Todos quisiéramos conocer nuestro Karma, pero es imposible pues todo lo que se mueve es una acción que genera una reacción, influyéndose mutuamente. Así que dejemos de preocuparnos por nuestro Karma, y vivamos disfrutando este presente.

Procuremos no ser reactivos, sino ser el testigo de las propias acciones, de las propias tendencias. Nuestro futuro está en nuestras manos. Por supuesto que podemos moldearlo, cambiarlo, convertirlo. Mantengamos siempre abiertos los ojos, todas las posibilidades están enfrente nuestro El karma no es una teoría fatalista. El karma nos dice quienes vamos siendo momento a momento.

Nuestros deseos son nuestra esclavitud. El contentamiento es nuestra liberación. Proyectar lo que visualizo hacia adelante, es algo positivo, pero el deseo, en sí, ya posee cierta intensidad, que anula nuestra mente, nuestra inteligencia, y se torna negativo por esta razón. Cuando uno pueda decir: estoy contento, estoy feliz con la persona que soy, con lo que tengo me es suficiente, allí disfruto de esta vida.