Querida Diana:

 

 eres mi mejor amiga, la persona que más me conoce, pero a veces lo que piensas de mí son solo ilusiones tuyas, lo que quizás desearías ser. Lo que ahora quiero es contarle a mi niña interior, como la está viendo la señora mayor que soy actualmente. Cómo influyeron en mi desarrollo los padres que tuve, y las circunstancias que fui viviendo. Lo haré en forma sintética, pues con este tema podría hacer un libro.

  

Dado que yo elegí a mis padres, no me quejo de ellos, pero sé que ellos  trasmitieron a mi inconsciente: el exilio, el abandono, y la carencia que vivieron. También que en la vida lo que uno quiera tener se consigue con esfuerzo. La niña que fui, necesitaba cariños, mimos, juegos y más contacto físico con ambos, y buscó de conseguirlo a través de llorar, y a medida  que fue pasando el tiempo, de ser muy cumplidora y prolija con todo lo que le pedían y así fue generando competencia con su hermana mayor, que con dos años, seguramente se sintió desplazada por esa intrusa, que venía a usurparle su lugar de privilegio.  

 

Ahora comprendo que uno mismo va viviendo eso que va creando, pues realmente sufrí mucho la situación que hubo entre nosotras dos a través de los años. Quería escapar y no encontraba como, me sentía muy mal con todo eso. Finalmente cuando yo ya tenía 77 años, y ella 79, pude escuchar a mi Alma y vencí todos los rechazos que tenía a las llamadas telefónicas, la llamé, viajé a Córdoba, y creo que por primera vez en la vida, nos reencontramos, nos comprendimos, y a los tres meses me avisan que ella falleció. Agradezco a lo Alto su guía a mi despertar.

 

Ahora ya sé que el Universo responde siempre a nuestra oración que es sin palabras, es con el sentimiento. Que no me responde únicamente a mí sino a todos, solo que se necesita estar muy atento para reconocer esa voz, suave, persistente, que a mí me gusta llamarla: la voz del Alma, o del Maestro Interior, o del Universo, y también la Intuición.

              Bueno, acá me despido de mi mejor amiga, yo misma, prometiendo volver lo antes que pueda.