En el plano espiritual no existe ninguna justificación para un resentimiento. Esto el ego no lo puede admitir. Para sanar has de decidir: seguir aferrado a tu lista de todos los agravios recibidos o renunciar a ellos. Elegir el perdón en lugar del odio, tiene otra energía, otra sabiduría. Quien más se beneficia del perdón es el que perdona, no el perdonado. Decidir aquí es un acto de la voluntad, igual que decidir ser o no ser feliz.

La fuente del poder transformador no puede estar en la mente, el yo personal, ni en el ego. Solo esa cualidad no lineal de la conciencia que llamamos “voluntad” puede disolver el posicionamiento del ego. También el poder curativo de la “Gracia” podría cambiarnos la visión de nosotros mismos y la de cómo vemos a los demás.

¿Cómo afecta todo esto al Ser real? El Ser real no se ve afectado porque lo verdadero es inmune a la falsedad. Distintas voces de personajes internos tratan de dominar y ganarse la lealtad de uno mismo. El ego considera que todo lo espiritual, que no puede comprender, es malo y lo denigra.

¿Los culpables quedarán sin castigo? Todos somos partícipes responsables y estamos sujetos a la justicia universal por la propia dinámica de la energía. Cada alma flota según su propio nivel de flotabilidad, que no se debe a ningún acto arbitrario del mar, ni de “Dios”

No hay nada accidental en el universo. Los acontecimientos nos resultan imprevisibles e incomprensibles para el ego lineal limitado al paradigma de causa-efecto. Las personas se congregan en grupos afines, porque todos están sintonizados en un mismo campo de atracción, así también nadan en grupos los peces y vuelan los pájaros en bandadas. Cada campo magnético responde poco a poco a campos magnéticos más y más sutiles y poderosos.

¿En qué consiste el proceso de “deshacer”? Son mecanismos de reparación, confesión, y re-dedicación moral, y también compensación con buenas obras. Esto se aplica tanto a lo individual como a lo social, reemplazando totalmente a la idea de castigar.

¿Alguna vez terminaremos de aprender? Las lecciones sólo pueden aprenderse mediante el despliegue de la experiencia a lo largo del tiempo. A los 30 años uno no dispone de toda la información de que dispondrá a los 50 años. Con humildad podemos considerar que cada momento conlleva cierta limitación. Aprender a través de equivocarse es el destino de la condición humana. Nuestras elecciones y decisiones se basan cada vez en lo que pareciera ser la mejor opción. La persona de orientación espiritual puede sentirse agradecida porque en su comportamiento cuenta con “herramientas” que la guían de una manera realista y posible.

¿Cuál sería lo que Freud denominó “el ideal del ego”? Es también un mecanismo mental que selecciona una identidad, objetivos, y criterios, basados en aquello que admiramos deseamos e idealizamos. Es eso en lo que uno quiere convertirse.

Los modelos idealizados inspiran y favorecen la planificación de la vida. Estas expectativas tienen que ser realistas para que no se sientan opresivas. Necesitaremos revisarlas periódicamente recordando que el ego o “yo” es lineal, por lo tanto sujeto a limitaciones y obstáculos. A la larga ser bondadoso con los demás y con la totalidad de la vida, tiene consecuencias mucho más positivas que el éxito mundano, que es temporal, y siempre quiere más y más de todo, nada le es suficiente.