A todos nos aparecen más y más actividades que queremos poder hacer, y entonces hacemos las cosas apuradas, y la mayoría no salen bien, resultan “más o menos”, y algunas hasta mal hechas. Uno de mis primeros maestros en este camino de la “espiritualidad”, nos decía: “este es el país del más o menos”, todos debemos esmerarnos en hacer las cosas de nuestras rutinas, y hacernos a nosotros mismos, “lo mejor posible”, y no más o menos. Acá quiero contarles cómo yo lo estoy haciendo.  

Muchas veces me he preguntado: ¿Cuál es el propósito de mi vida? Sé muy bien que no es sólo dormir, comer, hacer mi rutina y ser feliz… En general, me noto contenta de ser la persona que soy, de poder hacer todavía, todas las cosas que hago para conservar mi salud, para que todos mis análisis anuales sigan dando bien, y para mantener la movilidad de mis piernas que es donde más noto la falta de energías. Hoy aprendí que no puedo hacer continuadas, actividades que me cansan.

Hoy me desperté un poco antes de lo acostumbrado, y decidí aprovechar ese tiempo para adelantar un poco la comida de medio día, después continué con el desayuno, y mi rutina de ejercicios para todas mis articulaciones, (y si bien eso lo hago sentada, exige gasto de energía), continué con los ejercicios respiratorios y la meditación, pensando que con eso descanso. Me relajé, pero el tiempo  transcurría, y ya era hora de hacer mi caminata diaria, y casi, casi, no la pude hacer. Pero la hice.

Allí me equivoqué. Ya sé, y los médicos me lo repitieron varias veces, que no debo exigirme… Llegué a casa desesperada por acostarme y levantar mis piernas a 45*. Estuve así, algo más de 10 minutos, pero ya se acercaba la hora de mi almuerzo. Si bien lo tenía adelantado aún me pedía algo de tiempo, y la postura de inclinarme hacia la mesada, que es lo que ya hizo que mis vértebras se desgastaran, me está resultando muy difícil de corregir a esta edad.

Dentro de “Lo mejor posible”, todos tenemos muchas maneras de hacer las cosas. Yo necesito encontrar otra manera. Para las caminatas dependo mucho del clima. Acá vivo en medio del bosque, y sólo puedo hacerlas por el camino abierto para llegar a mi casita, que tiene bastantes subidas y bajadas, y si hay demasiado sol se me dificulta aún más. Ya miro el pronóstico de Internet, como primera cosa, cada mañana, para poder programar mis actividades del día…

Además, como siento que mi misión en esta vida es enseñar, así por este medio, como ahora lo estoy haciendo, veo que aún debo seguir aprendiendo, pues lo aprendido anteriormente, ahora no me sirve. Al cambiar yo misma, he de cambiar mis maneras antiguas. Si la humanidad no cambia, puede llegar a hacer que desaparezca nuestro planeta. Estemos alertas, unámonos para encontrar la manera de evitarlo. Esa es nuestra tarea ahora: Unirnos para encontrar la mejor manera.