Me pongo muy contenta cuando consigo resolver los constantes problemas que me aparecen, mientras transcurre mi vida diaria. Me imagino que a todos nos debe pasar esto mismo. Siempre nos aparece algo nuevo, e inesperado y en mi caso particular, por la edad que tengo, ya estoy deseando que todo esté acomodado en mi vida, y que nadie me modifique el lugar donde yo pongo mis cosas… Pero constantemente necesito ayuda y allí las cosan salen de su lugar.

Es el famoso: “quiero, y a la vez, no quiero”, En realidad ya no sé ni lo que quiero. Antes de ayer me quedé sin agua en mi casa, y como consecuencia de eso, me quedé sin caldera, y hacían varios grados bajo cero. Quien podría saber algo al respecto había viajado, no estaba, quise recordar el nombre de alguien que podría ayudarme con esto, pero no lo recordé. Supuse cosas que no eran, hablé con uno y otro que querían darme una mano, pero no entendían del tema.

Ya se hacía de noche, agua muy pura para beber tenía, y la de mi barrio es del lago, y con cloro, que es la que me faltaba, pero mis vecinos tenían… Conseguí en dos bidones unos 10 litros para poder lavar los platos, e higienizarme por la mañana, (el bañarme estaba descartado). Mientras anda mi calefacción, si bien tengo una pequeña estufita a leña, ni recuerdo que la tengo. Pero de repente la vi, y decidí enfocarme en conseguir leña chica.

Por suerte el celular funciona, me dije, y como a las dos horas, un buen amigo me trajo dos bolsas de linda leña, y allí mi desesperación se fue, la alegría y el agradecimiento tomaron su lugar. Me faltaba solucionar el abrigo de la cama, pues cuando yo estoy preocupada o tengo frío no puedo dormirme.  Muy guardado encontré un buen plumón que no usaba, desde hacía unos 20 años cuando con mi marido, instalamos esta caldera. Esa noche dormí bien abrigada y contenta.

Me faltaba encontrar quien arregle la falta de agua en mi casa, y no sabía que más hacer, salvo esperar que vuelva quien podría saberlo. Averigüé al respecto y volvía en dos días, o sea hoy, y todavía no lo vi, ¿a que no adivinan porqué? Porque todo se arregló solo. Al ver que mis plantas tenían sed, la costumbre me hizo abrir la canilla y empezó a salir poquita agua, hizo varias pequeñas explosiones, y cada vez salía más, mientras yo asombrada miraba. Me explicaron que la cañería tenía aire.

Yo me pregunto ¿Quién arregló este problema?; ¿Quién es el que me tendió una mano? Acá me respondo: esto es un “hecho sincrónico”, fue la “Consciencia Infinita” que decidió ayudarme, y la energía de aceptación que yo vibraba, es la que abrió o convocó esa inmensa respuesta que puede llegarnos desde “Lo Alto”. No importa como cada uno lo llama, la mayoría le ruega a “Dios”, yo misma cada mañana invoco la guía y protección de esa energía sublime que voy llamando de diferentes maneras.