Agregados propios sobre notas del libro: “El Duelo” de Gabriel Rolón

Un buen analista debe percibir las vibraciones de la angustia de su paciente. ¿Qué significa amar a alguien? Sólo se duela aquello que se ha amado. Con mi hija, la que perdió a su hijo, comprendo que el recordar y llorar juntas, no significa pasarlo mal. Siento que este es un lindo tema a desarrollar para alguna otra entrada.

¿Porqué perder ciertas cosas nos precipita en el duelo? Existen vínculos o situaciones que nos resultan imprescindibles para nuestro equilibrio emocional. Solo se duela aquello que se ha amado, que ha muerto, que uno siente que lo ha perdido, (los propios sueños, un amor, la casa, la juventud, el trabajo, el ser reconocida y valorada por los seres queridos, la libertad, un ideal, etc). Lo duela porque siente que eso que amaba tanto ha sido  perdido para siempre.

Don Juan le dice a Castaneda: la muerte siempre camina a nuestro lado. La muerte es nuestra consejera. La posibilidad de morirnos está siempre latente. Que todos vamos a morir es lo único seguro. Y entonces yo me pregunto: ¿A mí que consejo me ha dado la muerte? Qué debo hacerme cargo de mis propios sueños, de mi propia vida, luchando por lo quiero, saliendo de esa rueda de permanentes postergaciones y justificaciones.

Me dijo también que en cada instante de atención o de presencia se nos abre un mundo infinito de posibilidades, que no busque recetas, que sea yo misma y que así me llegaré a sorprender de mí, de esas capacidades  que estaban ocultas  y que parece que desconocía. “Dassein” significa “SER UNO MISMO”.

Hay una gran diferencia entre nuestro pedido de  una necesidad  o de un deseo. Hay un objeto, o algo que  satisface la necesidad. El aire, por ejemplo satisface mi necesidad de respirar. Pero al pedido hay que expresarlo con palabras que podrían ser mal interpretadas, y nosotros somos seres  principalmente “deseantes”  que expresan sus pedidos con palabras.

Las palabras generan malentendidos e impotencia pues no alcanzan a expresar exacto lo que uno quiso decir y otra persona podría interpretar de manera equivocada lo que acaba de escuchar. En el fondo de nuestros pedidos se esconde el deseo de saber que soy amado, y comprendido, que no estoy sólo, que hay otros como yo que me rodean, porque los humanos somos seres que vivimos en comunidades, “seres comunitarios”,  pero nadie ni nada puede llenar ese vacío existencial que todos tenemos”.

El primer duelo al que deberemos enfrentarnos es saber que somos seres que nacemos incompletos,  que corremos tras esa “completud”  que nos resulta inalcanzable. Cuando pedimos un viaje, un hijo, una casa, otra persona puede dárnoslo, pero no puede colmar ese “anhelo de completarnos”  que es la esencia de nuestro pedido.