Lo que recuerdo no es lo ocurrido sino sólo mi vivencia. ¿Por qué será que en esta vida soy un ser humano?; ¿Vendré ya siéndolo durante varias vidas? ¿Toda esta visión Kármica que tengo de lo que es ser un ser humano, será cierta? Sé que la comparto con muchos de mis amigos y familiares, pero ahora me cuestiono que es lo verdadero en todo esto que nos decimos, explicamos y leemos o escuchamos de quienes llamamos “Los Maestros”.

Sin embargo, dentro del reino humano, cada ser humano tiene su Karma individual. Nacemos en distintos países, ciudades y familias, y dentro de cada familia cada uno ha tenido distinta crianza, educación, influencias y creencias, y todo ese condicionamiento comprende lo que llamo su Karma. Cada uno de nosotros es una suma compleja de hábitos y sucesos  pasados de tal manera que no podemos dejar de ver las cosas de un modo único y personal.

Los seres humanos nos parecemos mucho, pero percibimos las cosas de un modo muy distinto, pues cada uno vive en un mundo que le es propio, único, y personal. Nos dicen que el mundo externo que tanto atrae a nuestros sentidos es “Maya”, pura ilusión, tal como lo son los sueños, tal como si cien personas se durmieran juntas, cada una experimentará un mundo totalmente diferente en su sueño, y cada una creerá que su sueño es verdadero mientras lo está soñando. Pero al despertar debería poder distinguir “que los sueños, sueños son”.

Algo similar a los sueños nos pasa con nuestros recuerdos, creemos que eso que recuerdo de aquélla vez en que estuve con tal persona, ocurrió de verdad, pero esa fue “mi vivencia”, y eso estuvo influenciado por lo que esa persona significa para mí, por mi estado emocional del momento, y hasta por lo que comí a mediodía y aún estaba digiriéndolo… Todo lo que nos ocurre nos influye, y es por eso que nuestras vivencias, que resultan de tantas influencias recibidas, no podrán nunca coincidir con las de otra persona.

Tendré un pronto encuentro con mis dos hermanos, el que vive en Córdoba,  y el que vive ahora en Entre Ríos. Me noto ansiosa esperando que llegue ese momento, pero todavía faltan como cuarenta días. Sé que esta ansiedad actual influirá en mis vivencias del encuentro. Allá seguramente compartiremos episodios vividos en nuestra juventud, y lo interesante para mí será descubrir que sus recuerdos no son coincidentes con los míos para nada, pues nuestros momentos y vivencias fueron diferentes. Y eso, que ya otras veces nos pasó, cuando pudimos organizarnos para estar algunos días juntos, nos atrae y divierte mucho, especialmente a mí, que ahora ando con estos temas.