Ya lo venimos escuchando, leyendo, y lo repetimos, pero me parece interesante poder comprobar hasta qué punto esto ocurre así. Y al comprobarlo me asombro. !Es algo fantástico! !Ya está ocurriendo mientras lo pensamos! Contaré mi vivencia en esta tarde de jueves, cuando llegué a la chacra.

Ya había avisado a las personas que quería entrevistar, a que hora llegaría y que el sábado por la mañana ya tendría que estar volviendo. Ese día milagrosamente funcionaron los mensajes telefónicos. Una de ellas avisó que vendría a las 16 hs., otra que vendría el viernes a mediodía, la tercera no avisó nada pero apareció el mismo jueves como a las 18,30 hs. Todo se daba perfecto, la de las 16 hs, se ve que no pudo acercarse por algún motivo en su horario, y permitió así que charláramos tranquilas de nuestros asuntos con la segunda. Mejor, !imposible!

No bien esta persona se retira, suena el TE, quien dijo de venir a las 16 hs. me cuenta de su imprevisto y me pregunta si podría ir el viernes a almorzar conmigo, y así con tiempo charlamos. Acepto, y quedamos en eso.

El viernes a mediodía repentinamente me aparece el pensamiento de que quien vendría en esos momentos, no conocía el lugar ni dónde encontrarme a mí. Podría encontrarse con que el portón estuviera con llave.  Eso me movió a posponer lo que estaba haciendo, subir la cuesta para llegar al lugar, y poderla ver cuando se acercaba.  Así ocurrió, nos conocimos allí, se disculpó por su demora, y una media hora después, yo ya bajaba la cuesta para el almuerzo acompañada que se había programado.  La invitada aún no llegaba.

Al llegar a mi casa encontré un mensaje telefónico donde me decía que la tenían demorada en el Banco, y que no bien saliera venía para acá. Eso me dio tiempo a poner la mesa, mantener la comida caliente, y esperarla con todo listo. Llegó enseguida y el encuentro fue mejor que lo que cualquiera de las dos podía imaginar.  Mejor !imposible!

Entonces no puedo dejar de preguntarme: ¿Como es que ocurren estos «sincronismos». Pareciera que la realidad la estamos creando en el momento, entre todos los que decidimos hacer algún movimiento estando en estado de presencia y con la vibración del «Amor». Eso va atrayendo energéticamente lo que es mejor para todos, desde una Inteligencia Suprema, que nuestra mente pequeña no puede comprender. Y nosotros decimos: Mejor, !Imposible!, y la vibración del «Agradecimiento» termina completando el cuadro.