Quiero ser recordada cuando ya mi cuerpo físico haya desaparecido. Para eso, es muy importante que yo me defina, diciendo quién soy y con qué misión vine a este mundo. Ya en anteriores entradas, expliqué porqué digo que vine a este mundo a continuar mi aprendizaje de expandir las vibraciones de amor, y de enseñar a quienes me contactan, (familiares, amigos, vecinos, etc.) también a hacerlo. Creo que todos los humanos tenemos la misión de ayudar a la evolución, espiritualizando este mundo.

Tenemos tantos aspectos, todos tan cambiantes, que no sé, si llegaré a saber quién realmente soy. Este ¡No sé!, es maravilloso, pues me abre al asombro y al conocimiento de quien voy resultando ser, y me alegra estar intentando crear una mayor conciencia del Ser. Esta “Creación” es enorme e infinita, es un misterio, y los misterios no son para comprenderlos sino para vivirlos y disfrutarlos plenamente. El amor, la mente, la naturaleza, la creatividad, la vida,  son misterios.

Ser investigadores nos permite sondear las áreas desconocidas de esta existencia. Quedar atrapado en una creencia, cerrado a otras posibilidades, es ser escéptico, y esta Creación, donde todo se mueve y cambia constantemente, nos brinda todas las posibilidades, para que el, escepticismo, (que es una actitud de «lo sé todo»), desaparezca; así no nos lleva a discusiones y peleas. Nuestro silencio y una sonrisa desde el corazón que refleje amor, disiparán cualquier escepticismo.

El silencio es una cualidad de la consciencia y no es sólo mantener los labios cerrados. Aprendamos a ser como niños que viven en su mundo de fantasía, un mundo de muchas posibilidades, pues es el mundo de la inocencia, la alegría, la belleza y mucho amor. Ellos son arriesgados, no le temen a la muerte… Hay  una muerte en vida, que es ver morir nuestras pasiones, deseos y búsquedas espirituales. Imploremos para que la muerte del cuerpo nos sorprenda estando en plena creación.

No le temo a la muerte del cuerpo, pues sé que lo que en esencia soy, (pura vibración energética), eso no muere… Tampoco quisiera vivir un proceso de muerte largo y doloroso, pero sé que hay medicamentos que calman todo dolor. Lo que no quiero, y acá espero dejarlo bien claro para mis familiares y allegados, es que me alarguen la vida, cuando ya no la pueda vivir. Simplemente deseo seguir viviendo mientras pueda servir para quienes estén conmigo. Actualmente siento que lo hago escribiendo…