Necesitamos estar la mayor parte de nuestro tiempo, con una presencia alerta, para poder darnos cuenta que esta vida es un verdadero milagro. Cuando me voy al pasado o al futuro me pierdo el disfrutar cada instante de mi vida. Mi mente es tan volátil, que si está gobernada por el miedo del ego, todo la distrae: un sonido, los constantes cambios, los imprevistos, la curiosidad, etc. No hagamos un gran tema de nada pues se quedará pegado a nuestra mente, los sucesos ocurren, son cosas que pasan, nos asombran, nos inquietan, y ya no están.

Podemos acompañar nuestra vida con curiosidad, satisfacción y asombro, al observarnos en nuestro diario vivir, y en todo lo que ocurra a nuestro alrededor. La vida es pura magia de vibración energética, nosotros somos vibraciones, todo es pura vibración. Mi curiosidad quiere saber ¿Desde qué niveles energéticos y cómo, se generan los imprevistos que nos toca vivir? Esa creatividad de la “Inteligencia Infinita” también es pura vibración energética, y esa creatividad se manifiesta en todos nosotros, y se va plasmando en cómo resolvemos cada situación diaria.

¡A veces me siento muy creativa! y otras veces me quedo mirando el papel, sin saber qué palabra expresaría mejor la idea que estoy queriendo compartir. La energía creativa que tenga voy teniendo quisiera que aparezca en esos proyectos personales que me generen alegría y felicidad no solo a mí, sino también en quienes me rodean. Nuestra voz también es pura vibración energética que trasmite quiénes somos y la energía que tenemos, y con ella podemos reconfortar a otros cuando les hablamos con real empatía, amor y compasión. Todos necesitamos algunos espacios para compartir con nuestros semejantes, porque somos seres sociables.

Nuestro cuerpo es un regalo que recibimos al bajar a este mundo, y en su cuidado, también se manifiesta esa creatividad con que hemos sido dotados. Somos organismos que constantemente estamos en procesos de reparación y cambios y orgánicamente esa es nuestra vida. También somos lo que comemos, pero necesitamos comer conscientemente, masticando al máximo, mover el cuerpo con algún tipo de ejercicios en lo posible al aire libre, recordando que la energía nos la da el “PRANA”, y es por  eso  que tenemos que recordar el ventilar los ambientes, manteniéndolos limpios y agradables.

Como organismos vivos hemos de tener actividad y descanso acordes con los ritmos naturales de luz y de oscuridad. Tenemos que pensar constantemente en lo que es la vida. Estos son momentos de reflexión, la humanidad toda está en procesos de cambios y el  “Covid” nos ha ayudado a meternos un poco más hacia adentro. Sería hermoso ser una sociedad donde todos nos cuidásemos mutuamente. Necesitamos un real descanso de no hacer “NADA” y eso lo obtenemos cuando duermo un mínimo de 6 a 8 horas, o camino relajadamente observando la naturaleza, y solo mientras estoy con el momento presente, puedo tener una vivencia de verdadera paz y felicidad.