Me lo he propuesto ya varias veces, pero me resulta dificultoso poder cumplirlo. Entonces me pregunto: ¿Para qué me lo propuse?  – “Es para poder estar bien concentrada en lo importante de cada momento”. Ahora, por ejemplo,  veo que lo importante es lo que estoy escribiendo. Pero también esto me pide atención a cada letra que han de tocar mis dedos, pues nunca aprendí en mi juventud a hacerlo automáticamente. Y como tengo temblor esencial, sobre todo en mi mano derecha, algunas letras aparecen escritas dos o tres veces y al ser el toque no es tan  parejo, el cursor salta lejos.

Me cuesta muchísimo escribir pero quiero y necesito hacerlo pues es una de mis actividades preferidas. A mano me es casi imposible, ni yo misma entiendo lo que escribí. Entonces opto por la computadora. Pero ahora al observarme íntegramente en esta acción de escribir veo que me pide varias atenciones a la vez: (1) – Lo que quiero comunicar al escribir. (2) – Lo que aparece escrito en la computadora, y (3) – La postura del cuerpo: piernas, espalda y cuello. Entonces comprendo que no puedo pedirme en esto, “Una sola cosa a la vez”. Necesito aceptarme así tal cual voy siendo en este momento, y  en la decisión que tomo, pues en esto reside mi potencial y mi aprendizaje.

Mientras escribo yo voy aprendiendo quien en realidad soy; me voy conociendo más en lo profundo, ampliando la consciencia de que pertenezco a este gran organismo que es la humanidad, pues todos, querámoslo o no, aportamos con nuestras acciones pensamientos, y sentimientos a la realidad del momento. Con lo que hago contribuyo a la sanación del campo mórfico que nos afecta a todos los seres vivos, por igual. ¡Estoy sanando al planeta! A esto es por lo que bajé a la tierra en esta encarnación, estoy cumpliendo mi Misión.  

Con respecto a otras cosas que me resultan difíciles de realizar puedo mencionar el cocinar mis alimentos y la postura corporal. A la acción de cocinar la encuentro muy creativa, y es algo que me gusta hacer y me entretiene mucho. Suelo pasarme dos horas o más aún, en la cocina parada en una postura que me genera dolores de todo tipo, especialmente de espalda. Estoy buscando y realizando todo lo que los entendidos me aconsejan hacer; contenta y hasta orgullosa de tener la constancia de hacerlos todos los días. Todo eso me está ayudando y siento que cuando me vaya de este mundo, me iré más erguida.

Ahora simplemente mencionaré todas las ayudas que estoy teniendo y lo que hago para conseguir enderezarme.  (1) – Una vez cada 15 0 20 días voy a que me hagan acupuntura, para mejorar la inmunología y aliviar los dolores musculares y articulares. (2) – Semanalmente tengo una clase de yoga que es energético y relajante a la vez, y otro día de esa semana tengo masajes que me  descontracturan. (3) – Leí el libro: “Cómo eliminar el dolor de espalda” y estoy siguiendo varios de sus  consejos. Por ejemplo recién, pues ya hacía una hora que estaba escribiendo, me paré, camine por la casa, ordené algunas cosas, enderecé mi columna contra la pared, hice algo de yoga para mis vértebras y mi cuello, y ya estoy de vuelta escribiendo, en la postura aconsejada.

Me lo he propuesto ya varias veces, pero me resulta dificultoso poder cumplirlo. Entonces me pregunto: ¿Para qué me lo propuse?  – “Es para poder estar bien concentrada en lo importante de cada momento”. Ahora, por ejemplo,  veo que lo importante es lo que estoy escribiendo. Pero también esto me pide atención a cada letra que han de tocar mis dedos, pues nunca aprendí en mi juventud a hacerlo automáticamente. Y como tengo temblor esencial, sobre todo en mi mano derecha, algunas letras aparecen escritas dos o tres veces y al ser el toque no es tan  parejo, el cursor salta lejos.

Me cuesta muchísimo escribir pero quiero y necesito hacerlo pues es una de mis actividades preferidas. A mano me es casi imposible, ni yo misma entiendo lo que escribí. Entonces opto por la computadora. Pero ahora al observarme íntegramente en esta acción de escribir veo que me pide varias atenciones a la vez: (1) – Lo que quiero comunicar al escribir. (2) – Lo que aparece escrito en la computadora, y (3) – La postura del cuerpo: piernas, espalda y cuello. Entonces comprendo que no puedo pedirme en esto, “Una sola cosa a la vez”. Necesito aceptarme así tal cual voy siendo en este momento, y  en la decisión que tomo, pues en esto reside mi potencial y mi aprendizaje.

Mientras escribo yo voy aprendiendo quien en realidad soy; me voy conociendo más en lo profundo, ampliando la consciencia de que pertenezco a este gran organismo que es la humanidad, pues todos, querámoslo o no, aportamos con nuestras acciones pensamientos, y sentimientos a la realidad del momento. Con lo que hago contribuyo a la sanación del campo mórfico que nos afecta a todos los seres vivos, por igual. ¡Estoy sanando al planeta! A esto es por lo que bajé a la tierra en esta encarnación, estoy cumpliendo mi Misión.  

Con respecto a otras cosas que me resultan difíciles de realizar puedo mencionar el cocinar mis alimentos y la postura corporal. A la acción de cocinar la encuentro muy creativa, y es algo que me gusta hacer y me entretiene mucho. Suelo pasarme dos horas o más aún, en la cocina parada en una postura que me genera dolores de todo tipo, especialmente de espalda. Estoy buscando y realizando todo lo que los entendidos me aconsejan hacer; contenta y hasta orgullosa de tener la constancia de hacerlos todos los días. Todo eso me está ayudando y siento que cuando me vaya de este mundo, me iré más erguida.

Ahora simplemente mencionaré todas las ayudas que estoy teniendo y lo que hago para conseguir enderezarme.  (1) – Una vez cada 15 0 20 días voy a que me hagan acupuntura, para mejorar la inmunología y aliviar los dolores musculares y articulares. (2) – Semanalmente tengo una clase de yoga que es energético y relajante a la vez, y otro día de esa semana tengo masajes que me  descontracturan. (3) – Leí el libro: “Cómo eliminar el dolor de espalda” y estoy siguiendo varios de sus  consejos. Por ejemplo recién, pues ya hacía una hora que estaba escribiendo, me paré, camine por la casa, ordené algunas cosas, enderecé mi columna contra la pared, hice algo de yoga para mis vértebras y mi cuello, y ya estoy de vuelta escribiendo, en la postura aconsejada.