Ser uno mismo significa permitirte ser eso que eres, y no lo que te dicen que tendrías que ser, si así no lo sientes. Significa ya poder distinguir entre lo que te dice tu mente, esa que responde a los intereses del ego, y lo que te dice tu mente consciente que está guiada por las voces de las emociones del corazón. Significa poder decir “No”, cuando es no, y decir “Si”, cuando así lo sientes. Y también tiene que ver con cómo te vistes y cómo te preparas para cada situación que estás por vivir.

La aceptación de ti mismo, y de la etapa de tu vida que estás transitando en estos  momentos, también pertenece a este tema. Cuando somos niños a veces quisiéramos ya ser adolescentes, cuando somos adultos algunos añoran la etapa de ser niños o de las ilusiones de los primeros enamoramientos. Así veo que muchas personas, o no se dan cuenta de en qué etapa o estado de salud están o no quieren darse cuenta,

Quizás aclare este punto una vivencia propia. Hoy fui a ver a la doctora que me hace también acupuntura. Mi consulta se debía a que me siento con pocas energías y que todas las actividades que hago me dejan muy cansada, con deseos de acostarme. En síntesis ella me dijo que tanto para la dieta, como para los ejercicios respiratorios y la postura es indispensable que yo vaya viendo qué me viene mejor si hacerlo o suspender por el tiempo que pida mi organismo. Que no me olvide de que con la edad que tengo hay muchas cosas que hay que ir aceptando y que también los músculos pueden ser trabajados sin tensiones, manteniéndolos relajados y a la vez con cierta actividad.

Veo que esto se trata de encontrar el punto justo de lo que puedo y de lo que ya no puedo hacer, por lo menos de la forma que antes si podía. Quizás parar un poco a esa mente entusiasta y creativa que constantemente, me propone que puedo hacerlo así o asá, y si no, agregar esto o aquello. Valoro muchísimo el tenerla, pues nunca se deprime, mantiene sus entusiasmos, y las dos nos aceptamos mutuamente así como somos y en la etapa en que estamos ambas: yo, esta persona y ella una herramienta utilísima, pero con su memoria bastante gastada e ineficiente.

Uno también puede sentir amor por sus herramientas, y cuidarlas para que puedan seguir prestando sus servicios. Sería algo así como afilar el hacha, para que siga cortando muy bien. En definitiva me valoro a mi misma y me siento feliz de ser así como soy. Sé que la “Vida” de todos viene llena de cosas hermosas,  que podemos disfrutar, y también llena de dificultades, y que de todo eso podemos extraer un aprendizaje. A eso vinimos, por lo menos yo siento que he venido a  este mundo, a aprender, a vivir una vida sencilla, simple, y a encontrar esa vibración amorosa, que conecta todos los corazones.