Los niños no son una carga, vinieron a enseñarnos algo, y también vinieron a aprender algo. En el Universo nada es porque sí, hay un propósito en la venida de cada ser humano. Somos co-creadores junto a esa Inteligencia Infinita. Ese propósito, según es mi percepción, es que toda la humanidad evolucione hacia su propia perfección.

Necesitamos experimentar la vibración del “Amor”, pues como energía que somos, nuestra vibración, cada onda vibratoria, más aguda o más grave, más fina o más grosera, irá diciéndonos qué es lo que nos falta aprender, y qué ayuda vienen a darnos nuestros hijos en ese sentido. Por supuesto que el aprendizaje y el intercambio serán mutuos, tanto padres como hijos han de estar diariamente dándose y recibiendo enseñanza, y esto, en general, se da de un modo continuo.  

Muchos nos preguntamos: ¿por qué será que algunos niños nacen con dotes extraordinarias, a los que llamamos “niños prodigio”, y otros son tan difíciles de guiar para que aprendan, y decimos: “pobrecito, tiene el cerebro cerrado”? Estimo que allí influyeron mucho, si no del todo, las diferentes familias a las que esas almas pertenecieron, o sea, los ancestros. También influye por supuesto, la preparación que pueden tener los padres para educar a sus hijos, la manera de hablarles, que habrá de ser amorosa, sin olvidar que el amor va unido a la firmeza; y han de verlos claramente, no con los ojos, sino con el corazón.

Además influirá a qué escuela decidan enviarlos, quiénes serán sus maestros, y quiénes sus compañeros… Sí, así es, la crianza de los hijos no es nada fácil, tenemos que estar preparados para ello; en general los niños llegan como un producto del amor, pero muchas otras veces solo como un resultado de la atracción física entre un hombre y una mujer. Ya, cuando nos damos cuenta de la importancia de saber cómo criar bien a un niño, quizá decidamos acercarnos a grupos de padres, a cursos especializados en ese tema  y a encuentros de conocimiento profundo de lo que es la vida.

Cuando hablo del conocimiento profundo de la vida, me refiero a que “siempre el propósito de ella es el amor, porque el amor sostiene la vida”. No hay una sola criatura o ser vivo en este planeta que no haya conocido el amor o que no tenga amor.” “Nosotros somos amor”. Cuando el Conocimiento con su  sabiduría toma las riendas de tu vida, va dejando atrás la ignorancia. Así como la ignorancia cubría antes al Conocimiento, cuando nuestra consciencia se amplía, el Conocimiento es el que te sostiene y te guía.

Nosotros tendríamos que hablarles a los niños de cómo estamos constituidos todos los seres humanos, diciéndoles por ej.: “tienes un cuerpo que puedes ver y tocar, por dentro están los órganos, la mente con la que pensamos, y más, mucho más adentro, está el alma. Que cada parte tiene su función y que a veces discuten y no se ponen de acuerdo porque una parte quiere ir a jugar y la otra parte, que es tu alma, le dice: – tienes que terminar primero los deberes. Pero así como eso no te gusta escucharlo, tampoco te gusta que te lo diga mamá o papá, y entonces te enojas, y dices: – «mamá está enojada conmigo». Eso hacemos los grandes también, vemos o proyectamos en otros lo que no queremos ver en nosotros.